Lucas 15 – adaptado de un articulo escrito por Tim Jekel
En la cultura del tiempo el orden de honor en la familia era: padre, hijo mayor, hijo menor. Al entender esto, es bien sorprendente lo que dice el hijo menor. Está diciendo a su padre que quiere que sea muerte. “Dame la parte de la hacienda que me pertenece” – este significa que el hijo menor no quiere vivir ni un día más en la casa de su padre. Quiere tener la heredad que no debería ser suya hasta que muera su padre.
¿Por qué accede el padre a esto? En esto se manifiesta que este padre no es el patriarca típico de este tiempo. El padre reconoce que su hijo ya está perdido. No tenemos la historia de cómo esto se aconteció, por qué el hijo menospreciaba a su padre tanto que le querría humillar de esta manera. Todo lo que entendemos es que el hijo quiere salir de la casa de su padre aunque si esto incurre separación eternal de su padre y la ira de la comunidad. Entonces el hijo todavía está perdido. Todo lo que hace el padre es un esfuerzo a encontrar su hijo perdido. El amor que le tiene este padre a su hijo no es reciprocado. En comparación con esto, ¿Qué significa este parte de la hacienda? El padre accede a repartir la hacienda para que en el fin su hijo entienda que su padre le ama.
En la cultura del tiempo, era una cosa muy grave vender su propia heredad. Las riquezas de este tiempo consistían en poseer campos y haciendas. Al vender su parte de la hacienda, el hijo menor trae humillación y deshonra sobre su padre y su familia, y se corte de su pueblo. La única manera que el hijo menor puede regresar a su familia es comprar de nuevo todo lo que vendió. Si no lo pudiera hacer, el pueblo tendría el derecho de echarle de la ciudad y de su heredad para siempre.
¿Por qué no hace nada el hijo mayor? Por respetar a su padre, debe hablar con su hermano para que sea paz en la familia. Pero el hijo mayor no hace nada; se queda en silencio. Este significa que el hijo mayor también tiene una relación quebrantada con su padre. Esto vamos a considerar en más detalle en la segunda parte de la parábola.
Entonces leemos en versículo 14 que hay un gran hambre. Esto sería un tiempo en que toda la familia se junten para compartir la comida y el dinero para que no sean matados por el desastre. Pero el hijo menor está solo, muy lejos de su familia en un tierra extranjero. No puede regresar a casa porque ha malgastado toda su heredad. Si regresara ahora, sería echado de la ciudad y cortado de su familia. Cuando llegamos a versículo 17 vemos que el hijo no tiene nada que pueda hacer, por lo tanto decide que regresará a su padre y le dirá “Padre, he pecado contra el cielo y delante de ti; ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.” ¿Es esto el arrepentimiento? Creo que no. ¿Por qué? Todavía el hijo menor está tratando de mejorar la situación por su propia fuerza. (Recuerda que Faraón dijo la misma cosa a Moises para que las plagas cesen de su pueblo – Ex. 10:16). No muestra ninguna tristeza sobre su relación quebrantada con su padre. Solo está planeando como pueda recibir comida de su padre.
Necesitamos entender que nunca podemos “hallar” o salvar a nosotros mismos. Tenemos un problema que no podemos corregir. El hijo menor no entiende esto - no entendía el inmenso problema que tenía en su relación quebrantada con su padre – y todavía piensa que puede arreglar la situación. El ofrece una solución: “hazme como a uno de tus jornaleros.” Vamos a considerar un poco esta “solución.” ¿Le pide esto porque no cree que merece más que ser siervo? Creo que no. El jornalero viviría en una casa separada de la familia. De esta manera, el hijo menor puede recibir dinero de su padre sin arreglar la relación quebrantada. Hablando en palabras del evangelio, el hijo menor todavía piensa que puede merecer la gracia de su padre; no entiende que lo que él ha hecho no puede ser arreglado excepto por la gracia abundante de su padre – no por sus propias obras. Y además, ¿realmente contrata el padre con su hijo? ¿Ha demostrado que puede ser responsable en un trabajo? ¿Y aún así, puede pagar todo su deuda trabajando como un jornalero? No. El hijo no tiene nada que puede ofrecer a su padre.
¿Y Ud? ¿Estás tratando de ofrecer sus buenas obras a Dios para arreglar la relación quebrantada? ¿No sería mejor solo venir pidiéndole su misericordia por medio de lo que ya ha hecho por ti en Cristo?